viernes, 23 de octubre de 2015

Vitaminas para los niños: ¿en todos son necesarias?
Iliana Romero Giraldo
Pediatra- Medicina Adolescente
Muchos padres de familia tienen el deseo de usar vitaminas o suplementos vitamínicos por la idea que estos productos deben ser administrados de todos modos en todos los niños. Esta creencia se basa mucho en la publicidad engañosa de algunos laboratorios   que señalan que si su hijo no consume estos productos “ mágicos” su desarrollo físico o cerebral no será el mejor.
En verdad, es necesario aclarar que el temor es un factor que se utiliza en estas publicidades para alcanzar que los padres compren productos químicos que en realidad no son el ideal.
Lo ideal es que los padres se entrenen  y sepan que alimentos deben preparar a sus hijos en su comida normal, que sepan que lo natural se absorbe mejor que lo artificial y que si su niño o niña consume sus alimentos en forma variada y balanceada de hecho no requerirá productos de ese tipo; más bien, debe cuidar que esos productos puedan competir en su absorción con nutrientes naturales que proviene de la comida normal.
Quizás porque cuesta tiempo sentarse a pensar que cocinar, porque  nos resulta más cómodo comprar una pastilla o polvo para dárselo al niño o niña que actúa además como tranquilizante para los padres  y expiación de sentimientos de culpa por no tener horas  en casa como uno quisiera; preferimos  comprar hasta sin receta  vitaminas, en la creencia que estamos haciendo lo máximo.
En cambio, si los padres entendieran que hay temporadas que los niños tienen una baja en su apetito normal donde debe solamente monitorizarse el peso y talla, con parámetros como hemoglobina, orina  y parasitosis; que deben ofrecer alimentos variados y de cantidad y manera adecuada, que deben consumir frutas y verduras  a diario y no tanta harina y productos procesados, que hay hábitos que cambiar (comer a la salida del colegio reduce el apetito para el almuerzo obviamente, tomar líquidos con la comida, etc.) ; es decir, si educamos a los padres y verificamos que todo está yendo okey con el desarrollo y crecimiento el beneficio para el niño y su familia –aparte del ahorro – sería muy grande. El consumir estas vitaminas y suplementos artificiales es necesario solo en casos que el pediatra sabe, no es para suministrarlo como si fuera de vida o muerte.
Por eso durante su consulta, conversar con los padres para explicarles que tipos de alimentos debe darle a sus niños es la mejor alternativa en la mayoría de los casos además del control de peso y talla y conocer la rutina de comidas y hábitos alimentarios del niño y su familia.

Prudencia que si usamos en exceso un tipo de vitaminas, pueden bloquearse a nivel del intestino la absorción de otras  que son tan o más necesarias para un buen desarrollo de nuestros pequeños.            

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