viernes, 13 de noviembre de 2015
¡FELICES 86 AÑOS INSTITUTO NACIONAL DE SALUD DEL NIÑO!
Iliana Romero Giraldo
CMP 27837
Nuestra
Alma mater se viste de gala, se
enseñorea emocionada y orgullosa. Y es
que no cualquiera cumple 86 años y lo hace así firme y de pie.
86 años de labor continua, sobrepasando mil y
una dificultades a lo largo de su vida y sin parar, es una larga y próspera vida
para una institución única en su género en el
país. Pero no es el tiempo lo que da el valor a las instituciones
sino es lo que entrega, lo que aporta a
su gente y a su sociedad y en este caso el INSN es un
baluarte donde todos quienes trabajamos
cada día tenemos como objetivo
recuperar la salud y el bienestar de los niños y adolescentes del
país.
Y me
permito en estos días emocionarme pues creo
que todos los que fuimos alumnos –ya sea de pregrado y/o de la residencia- y hemos caminado sus aulas, sus pasadizos, sus
salas de hospitalización una y otra vez, sentimos ese orgullo de ser
parte de este instituto en el corazón.
Los que conocemos cada rincón y reconocemos cada rostro de los compañeros de
trabajo en el diario trascurrir sabemos que mucho de nosotros mismos esta
aquí. Años de nuestras vidas han sido entregados sin
casi darnos cuenta en ese afán de amor por nuestros pacientes y la profesión.
¿Cuántos
de nosotros desde el pregrado ansiamos ser pediatras y formarnos aquí? ¿Cuántas generaciones de pediatras de este
país han sido forjados en este
maravilloso recinto?, este lugar a donde con tanto afán y esperanza
acuden padres y madres de los más lejanos lugares; familias que
hacen un esfuerzo enorme de amanecer en nuestras puertas soportando el frío limeño, viajando distancias
inimaginables solo por el privilegio de obtener un ansiado ticket para que su
hijo sea evaluado por los médicos del INSN porque son para ellos los más
expertos, los más capaces, su ultima esperanza. Eso traduce el prestigio y responsabilidad que
tenemos y que debemos esforzarnos en
mantener y mejorar cada
día en lo profesional y personal.
86
años han pasado y ahora tenemos
numerosas subespecialidades médicas y quirúrgicas en Pediatría – ni imaginadas por los fundadores- que son
nuestro prestigio y podemos lucir y brindar con suficiente experiencia y conocimiento para beneficio de nuestro país.
Y debemos seguir creciendo en cada aspecto que marque la atención, la docencia
e investigación de la Pediatría en todas sus áreas.
Por encima del poco presupuesto y falta de equipos e insumos,
más allá de esas tristezas diarias con alegría recordemos hoy a nuestros
Maestros con admiración, respeto y cariño fraterno; hoy que
somos docentes de las nuevas
generaciones y que de los que nos precedieron quedan los recuerdos de su amor
por el arte de la Pediatría, hagamos que nuestros colegas jóvenes se identifiquen con ese
legado que es la historia de nuestro INSN.
Y en el lugar que estemos cada día colegas, compañeros de trabajo y amigos, escriban una página nueva de este glorioso instituto siguiendo los pasos
de la larga tradición e historia de este hospital, que es nuestra casa y que es la
verdadera cuna de la Pediatría peruana hoy y para siempre.
viernes, 23 de octubre de 2015
adolescentes y vacunas
ADOLESCENTES Y VACUNAS:
PREVENCIÓN PARA LA SALUD
Iliana Romero Giraldo
Pediatra- Medicina Adolescente
Un
elemento vital en la prevención de enfermedades son las vacunas, gracias a ellas muchas personas les debemos gozar una
vida con salud y sin complicaciones.
Para
el pediatra y los padres es fácil
recordar durante los primeros 4 años las vacunas y sus refuerzos ; esto es
reforzado gracias a que ahora los centros educativos de educación inicial
solicitan el carné de vacunación.
Pero
¿qué ocurre en la adolescencia?. Pues nos olvidamos que este grupo de edad es
vulnerable a sufrir enfermedades prevenibles por vacunas y muchos pediatras omitimos poder brindar un recuerdo a los padres que vacunas deben ser aplicadas a esta edad.
Estas
vacunas son:
Hepatitis
B: esta vacuna es una de las pocas que evita cáncer
Antitetánica
o difteria- Tétanos
Sarampión-Rubeola
(si no recibió refuerzo hasta antes de los 5 años), en mujer con embarazo esta
enfermedad puede ser catastrófica para el feto.
Papiloma
virus humano (gratis en escolares de 10 años hasta los 11 años o que estén en
5to.grado), previene el cáncer de cuello uterino, una de las principales causas
de muerte en mujeres.
Por
supuesto, cabe recordar que estas vacunas son gratuitas en los centros y postas
de salud del MINSA. En el servicio de Medicina del Adolescente, los días miércoles
se están aplicando algunas de estas vacunas a nuestros pacientes.
Y
es necesario también recordar que la vacuna de influenza se debe aplicar en
todo adolescente que tenga rinitis alérgica o asma, cada año, antes del inicio
del invierno..y es gratuita!!, es muy buena para evitar la recaídas por infección
viral.
Finalmente,
hay vacunas que no son gratuitas pero que deben ser consideradas como la vacuna
contra Hepatitis A y contra varicela, enfermedades que si bien es cierto son
hasta cierto punto benignas, en algunos casos puede resultar en complicaciones fatales; por ej, en hepatitis A se ha visto
casos de hepatitis fulminante.
Por
ello, es muy importante que todos los adolescentes acudan a su médico pediatra
y verifiquen que vacunas están faltando de aplicar y completar su esquema de
vacunación.
Lima, 24 de octubre del 2015.
Vitaminas
para los niños: ¿en todos son necesarias?
Iliana Romero Giraldo
Pediatra- Medicina Adolescente
Muchos
padres de familia tienen el deseo de usar vitaminas o suplementos vitamínicos por
la idea que estos productos deben ser administrados de todos modos en todos los
niños. Esta creencia se basa mucho en la publicidad engañosa de algunos laboratorios
que
señalan que si su hijo no consume estos productos “ mágicos” su desarrollo
físico o cerebral no será el mejor.
En
verdad, es necesario aclarar que el temor es un factor que se utiliza en estas publicidades
para alcanzar que los padres compren productos químicos que en realidad no son
el ideal.
Lo
ideal es que los padres se entrenen y
sepan que alimentos deben preparar a sus hijos en su comida normal, que sepan
que lo natural se absorbe mejor que lo artificial y que si su niño o niña
consume sus alimentos en forma variada y balanceada de hecho no requerirá
productos de ese tipo; más bien, debe cuidar que esos productos puedan competir
en su absorción con nutrientes naturales que proviene de la comida normal.
Quizás
porque cuesta tiempo sentarse a pensar que cocinar, porque nos resulta más cómodo comprar una pastilla o
polvo para dárselo al niño o niña que actúa además como tranquilizante para los
padres y expiación de sentimientos de
culpa por no tener horas en casa como
uno quisiera; preferimos comprar hasta
sin receta vitaminas, en la creencia que
estamos haciendo lo máximo.
En
cambio, si los padres entendieran que hay temporadas que los niños tienen una
baja en su apetito normal donde debe solamente monitorizarse el peso y talla,
con parámetros como hemoglobina, orina y
parasitosis; que deben ofrecer alimentos variados y de cantidad y manera
adecuada, que deben consumir frutas y verduras a diario y no tanta harina y productos
procesados, que hay hábitos que cambiar (comer a la salida del colegio reduce el
apetito para el almuerzo obviamente, tomar líquidos con la comida, etc.) ; es
decir, si educamos a los padres y verificamos que todo está yendo okey con el
desarrollo y crecimiento el beneficio para el niño y su familia –aparte del
ahorro – sería muy grande. El consumir estas vitaminas y suplementos artificiales
es necesario solo en casos que el pediatra sabe, no es para suministrarlo como si
fuera de vida o muerte.
Por
eso durante su consulta, conversar con los padres para explicarles que tipos de
alimentos debe darle a sus niños es la mejor alternativa en la mayoría de los casos
además del control de peso y talla y conocer la rutina de comidas y hábitos alimentarios
del niño y su familia.
Prudencia
que si usamos en exceso un tipo de vitaminas, pueden bloquearse a nivel del
intestino la absorción de otras que son
tan o más necesarias para un buen desarrollo de nuestros pequeños.
curso de radiología pediátrica 2015
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